sábado, 19 de marzo de 2016

Cursos CEAC.

Si hay algo que me repatea, aunque esta historia se vuelva salir del estilo de la mayoría de entradas de este blog, es el abuso y la mentira. Por parte de personas, por parte de empresas, da igual. No todo vale para ganar dinero y, ciertas empresas, llevan estas prácticas en su ADN.

Voy a saltarme las obvias, las más denunciadas, cuyos nombres adornan lo más alto de mi lista negra, con guirnaldas y lucecitas que me sobraron de la pasada navidad: Movistar, Vodafone, Mediamarkt, Endesa, Gestoria Arjalaguer (que tiene su propia entrada)... todas ellas se han ganado a pulso, el "Top" en esta humilde lista, que guardo bajo llave por su descarado olor a podrido. Esta noche, añado una más: CEAC. Sí, los de los cursos, perteneciente al grupo Planeta.

Hace años ya solicité información sobre sus cursos mediante un número de teléfono, antes de la Era de Internet. Un comercial vino a verme, muy amable y educado, como un gordo y sabroso gusano, enrollado en un anzuelo de pesca, y me dió información sobre el curso que me había interesado. Lo cierto, en honor a la verdad, es que no recuerdo cual era, pero no importa porque esta historia no trata sobre aquel comercial, ni mi efímero interés en la empresa. Lo que sí recuerdo es que se me antojó bastante caro, lo primero. Que me dío la impresión de que aquel sonriente y trajeado individuo me estaba mintiendo descaradamente, lo segundo. Y que no me dío el regalo por informarme, que tampoco recuerdo qué chorrada era, por último. Aunque todo esto da igual.

Todo esto es un aperitivo que viene a ser todo un "aviso-a-navegantes" que puedan estar interesados en realizar un curso, con esta o cualquier otra empresa del mismo estilo (o calaña).

Hace ya no tanto, alguien que conozco bien, si creyó a "su comercial". Esta persona, muy cercana a mi, quiso realizar un curso que le vendieron como "oficial" (primera mentira) aprovechando que ella no dominaba al cien-por-cien nuestro insigne y muy hablado idioma, cosa que el gusano entendió a la primera.

El gusano-comercial se esforzó considerablemente por hacer saber a la potencial presa, que al terminar el curso, si superaba un examen, tendría acceso a titulación oficial. Le hicieron entender que tendría un "apoyo online" en la figura de un profesor, que estaría siempre disponible para aclarar sus dudas, y que luego resultó que ni contestaba pasadas las primeras semanas y, con engaños, cambios de condiciones "extraños" y falta de firmas en documentos, cuando quiso devolver el curso, dentro del plazo acordado para hacerlo ya que no cumplía sus expectativas, y vio todas esas cosas raras, se encontró con que le endulzaban la oreja pero no le daban soluciones.

Harta de esperar respuestas, que nunca llegaron, se encontró con una denuncia de su, ahora sí, eficiente servicio de cobros, bien curtidos en estos temas, ya que deben de ser expertos en cubrir mentiras y coaccionar durante meses a las personas. Realizando llamadas amenazadoras y fuera de tono. Agobiando con cartas y amenazas al más puro estilo mafia. Únicamente nos faltó encontrar una cabeza de caballo sobre las sábanas, cosa que debió evitar nuestra abogada (que luego pareció que trabajara para ellos).

Sé que esta historia se aleja completamente de lo que es el estilo del blog, por lo que pido perdón a mis lectores, pero me veía en la obligación moral de hacer un aviso a quién quiera escucharlo, no sea que, buscando información, se vea ante un sabroso y gordo gusano y se encuentre con un anzuelo metido en el gaznate.


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