miércoles, 4 de noviembre de 2015

Denuncia Pública (I) Alta de contrato de luz fraudulenta.

Lo cierto es que, cuando uno se deja pisotear por alguien, parece que "el olor de la sangre" llegue lejos y, los carroñeros, vienen a alimentarse siempre del mismo. He agotado mi paciencia tras un largo año de lucha de modo que, desde ahora y tras mi reciente victoria en este particular, mis batallas quedarán documentadas en el blog, por si la experiencia le pudiera servir a otra persona.

Sé que no es lo "típico" de este blog que, principalmente, se ha orientado a narrar, con mi particular sentido de la realidad, experiencias propias con un cierto sentido-del-humor, o al menos eso intento, pero todo en esta vida debe evolucionar, asi que espero que mis disculpas, a mis lectores, sean aceptadas si algunas de las entradas no son lo que esperan.

Empecemos. Fué uno de los motivos que dieron origen a mi segunda historia más leída: "Mudanza", junto con la malsana atmófera creada por la cementera Lafarge en Montcada i Reixac, Barcelona, con sus quemas de residuos y lodos tóxicos, pero vamos al principio.

La gestoría Arjalaguer, en el mismo Montcada i Reixac, nos había gestionado el alquiler de un piso en la localidad. A finales de un mes de mayo, si no mal recuerdo, con carencia de unos días para pintar y limpiar el piso, de nuestro propio bolsillo, que se encontraba en no muy buen estado de higiene, entramos en la vivienda, que ya tenía luz curiosamente, aunque no estaba dada de alta.
Tras el trámite del agua, sin incidencias, me dispuse a hacer lo mismo con la luz que, para mi sorpresa, fué rechazada por Endesa e inmediatamente me puse en contacto telefónico con la compañía para averiguar los motivos.

Tras la correspondiente alocución que avisaba "que la llamada podría ser grabada", grabación que posteriormente no aparecería por ningún lado, me atendió una operadora de origen latino, seguramente en algún país de sudamérica de los que las empresas se valen para ahorrar costes en personal, instalando allí sus servicios de atención al cliente.
Mi interlocutora fué desagradable desde el principio, cosa que ya no me sorprende en estos casos, y tras unos minutos intentando saber porqué mi alta había sido rechazada, en un alarde de profesionalidad, la buena "señora" me colgó el teléfono, ante la insistencia de mis preguntas difíciles. Volví a llamar pero mis gestiones fueron en vano. Nadie me daba una respuesta pero, dado que había luz en el piso, mis gestiones se fueron demorando ante la espera de las prometidas respuestas, hasta que finalmente el asunto se quedó en "pendientes" y, tras unas cuantas semanas, nos planteamos el cambio de residencia.

Pasó un año hasta que conseguimos mudarnos. Las condiciones de la inmobiliaria para entrar en la nueva casa, en Cornellá de Llobregat, incluían la entrega de un justificante por parte de la Gestoría Arjalaguer, que se encargaba del alquiler del piso en nombre de un particular, justificante en el que constaba que nos íbamos del piso "libres de pagos y cargas" y acreditando nuestro buen comportamiento, por así decir. Cabe destacar, que este documento era imprescindible para poder alquilar nuestra próxima morada.
Iba todo correctamente, la relación con la gestoría que nos había tenido alquilados hasta ese momento era fluída, pero entonces tuvo lugar "el incidente" que dío origen a todo esto.

El alta del contrato de agua me había costado, euro arriba, euro abajo unos 90€. Le dije a Antonio, dueño de la gestoría que, ya que el siguiente le tocaría pagar los gastos de ese contrato si entrase nuevo, que me diera el coste de lo que había pagado yo y sólo hacía un cambio de nombre. En esos momentos no me dijo nada pero, tras unos días, por teléfono, me dijo que no iba a hacer eso, visiblemente molesto, de modo que dí de baja el agua, como ya avisé que haría.

Para finales de mayo del  año siguiente entramos al piso de Cornellá y por fín me sentía en casa. Pasaron unas semanas, no recuerdo cuando fué, una mañana me encontré con un pago de "derechos de alta de Endesa" derechos que yo ya había pagado en mi actual residencia, 165€ en total, de modo que supuse que era un error y llamé a la compañía.
Endesa me comunicó que se trataba de los derechos de alta de la casa que acababa de dejar, el piso de Montcada, yo les dije que me había mudado, que ya no vivía allí, pero por mucho que dije, lo único que pude hacer era poner una reclamación y esto hice, además de devolver el recibo por el importe.

Tras un periodo de tiempo, Endesa se volvió a poner en contacto conmigo, alegando que desestimaban la reclamación y que debía abonar el importe. Me puse entonces en contacto con la gestoría que, para mi sorpresa, mostró indiferencia total por el tema, concluyendo el tal Antonio con un "¿Y qué quieres que haga yo?" que me dejó estupefacto. ¿Resolver el error, quizá?

La cosa es que habían alquilado de nuevo el piso y el alta de la luz me la habían cobrado a mí, pero luego se había hecho un cambio de nombre, al dueño actual. Todo esto sabiendo, que durante el tiempo que había estado en ese piso, no había pagado luz por lo que, supongo, que decidieron hacer la jugada a modo de "tú no has pagado luz, ahora pagas el alta, por haber dado de baja el agua".  A esto en mi tierra se le llama chantaje.

Lo que no sabía el elemento en cuestión, es que me había enterado de que el piso tenía un impago por parte de la inquilina que vivía en ese piso antes que yo, según me dijeron, que había "pinchado" la luz, motivo por el que el piso tenía suministro y la razón por la que me habían rechazado el alta del contrato. Dicha inquilina, curiosamente, era la limpiadora de la gestoría y, supongo de nuevo, que tenía buenas migas con los dueños de la gestoría. Realmente todo esto son conjeturas por las averiguaciones que yo había hecho en mis llamadas a Endesa y luego até cabos. Realmente da igual.

Pasaron unos meses, muchas llamadas de Endesa en las que comuniqué y reclamé, que yo no vivía allí ni me había dado de alta de nada hasta que, finalmente, puse el tema en manos de una abogada, ya que, en cada llamada, se me criminalizaba y acosaba para que abonara el importe, sin tener en cuenta mis alegaciones. En una de esas reclamaciones, la empleada de un punto de atención de la eléctrica, me dijo de muy malas maneras: "es que esto puede ser una segunda residencia". La presunción de inocencia al carajo desde el primer momento.

Empecé a recibir cartas y llamadas amenazantes por parte de la gestora de cobros de Endesa, notificaciones previas a un proceso judicial, a pesar de que esperaba la respuesta de la reclamación que la abogada había escrito donde se reclamaba copia de los papeles del alta, los documentos aportados y, sobre todo, mi firma estampada en el contrato. Durante muchas semanas, cada pocos días, un empleado de "Abinitio" (gestora de cobros), me recordaba que debía pagar para evitar "males mayores".

Más de un año después, hace pocas semanas, a la hora de la comida, recibí al fin el mensaje que había estado esperando. No había prueba ni documento de que yo hubiera dado alta alguna en el piso donde me reclamaban la deuda. Aleluya.

Lo cierto es que no estoy satisfecho con todo esto. Durante meses he sido acusado, ignorado y se me ha criminalizado, reclamado de mala manera un importe que no me corresponde. Es evidente que la gestoría Arjalaguer, de Montcada i Reixac, dió el alta a mi nombre, vulnerando la Ley de Protección de Datos y suplantando mi identidad, de forma maliciosa creyendo, supongo, que yo no haría nada por el tema del rechazo de Endesa a darme de alta el contrato. Rechazo causado por los problemas acumulados del piso y su gestión. Mis datos los tenian de las gestiones que hicieron para el alquiler, además de los documentos que poseían, ya que me hicieron la declaración de la renta.

De modo que este no es el fin de este asunto. Como comentaba al principio, no hay que dejar que le pisoteen a uno sin consecuencias, por lo que, me toca mover ficha.

Continuará.