sábado, 20 de octubre de 2012

Visitantes de la noche

A veces me da por pensar que la gasolinera donde trabajo es como una bombilla en medio de la noche y, como tal, su brillo en la oscuridad atrae a todas las polillas y bichos varios en kilómetros a la redonda. Es de agradecer que me separe de semejante colección de alimañas un cristal blindado de 3 centímetros de grosor, prefiero no imaginar que pasaría si este no se interpusiera entre ellos y yo.

En los muchos años que llevo detrás de una caja, en varias etapas, casi he podido catalogar a todos estos elementos que pululan por las calles mientras la mayoría duerme. A saber:
  • Familias y paseantes varios: Los más madrugadores e inofensivos. Suelen ser familias o vecinos de la estación, que se retiran a casa, con o sin niños. Compran cosas normales, leche, pan, bebidas... en ocasiones algo de comer, sobre todo helados (en verano) cosas dulces en general (en inverno). Algunos vienen deshidratados o demasiado hidratados, estos últimos vienen bailando, con las piernas apretadas y pidiendo con cara de "no-puedo-más" la llave del wc.
  • Los que van de fiesta: Suelen aparecer entre las 23h. y las 2 de la madrugada. Este grupo se subdivide a su vez en A.- Los más jóvenes, que se mueven casi siempre a píe o en moto y suelen ir en manadas de entre 3 y 7 elementos, con una estructura social bien diferenciada y perfectamente estamentada, con un lider que suele ser el que se acerca a la caja y da por saco todo lo que puede (y un poco más) y B.- Los que van en coche. Un poco más mayores, se mueven en grupos más pequeños de entre 2 y 4 individuos. No es fácil distinguir quíen es el lider, aunque el conductor es casi siempre el que se acerca a la caja. En ocasiones el copiloto o uno de los acompañantes son los que se plantan en la "caja nocturna" pero suelen ir inseguros y depistados y piden, casi siempre a distancia y a gritos, instrucciones al conductor (con lo fácil que sería hacerlo cuando está con él o ella)
  • Los que vuelven de fiesta: Igualmente siguen volviendo en dos grupos, idénticos a los dos del apartado anterior, a cualquier hora a partir de las 3 de la madrugada. Los primeros, los más jóvenes, vuelven claramente perturbados y a menudo bastante "cocidos", como "una peonza" o también con "una mierda como un piano", según el caso. Los segundos, suelen venir más tranquilos, algunos directamente inconscientes. Es un prodigio verlos conducir con los ojos cerrados, la boca abierta y las comisuras de los labios llenas de baba...
  • Zombies: Suelen ser personas (por así decirlo) que vagan mientras dura la oscuridad, en busca de alcohol, bebidas varias y tocar las narices, haciendo que el cajero recorra la tienda una y otra vez, cuando se podía traer todo en un solo viaje. No suelen sobrepasar los 25 años y cada vez más, son originarios del sur del continente americano.
  • Trabajadoras de la noche: aparecen a cualquier hora, siempre se llevan lo mismo, agua, chicles, tabaco y ocasionalmente cerveza. También se dividen en dos grupos: A.- Mujeres (95% extranjeras) y B.- Transexuales (100% extranjeras). Son simpáticas casi todas y dan buena y breve conversación.
  • Taxistas: Maleducados, pedigüeños, se piensan que la gasolinera es un banco, sea lo que sea lo que compren, no te dan menos de 20€ y encima te reconocen que es "por cambiar". Casi siempre usan el servicio y te miran mal si este no pasa una escrupulosa prueba microbiológica, es decir, que siempre te miran mal.
  • Frikis varios: Niñatos (en alto estado de cocción) que se ponen a llorar a moco tendido cuando no les vendes alcohol (caso real), árabes que llegan tambaleándose en busca de "birra" y te llaman cosas bonitas, en su idioma, cuando no les vendes (caso real again), elementos con mucha hambre que intentan liarte con el cambio. En mi gasolinera vendemos pizzas (precocinadas), esto viene por el siguiente tipo de friki, el que se piensa que está en una pizzería y te pide la carta, los ingredientes y que se quedan con cara de idiota cuando le dices que son las de "campofrío". 
  • Extranjeros perdidos: Que llegan al país sin molestarse en aprender a decir siquiera "hola", y que ponen a prueba el nivel de inglés que tengas. Los que vienen a verme se van más perdidos de lo que llegaron, porque a pesar de que puedo decir dos o tres palabrejas, no conozco apenas la zona. 
  • La compañera que te da el relevo: Llega siempre con el tiempo justo, con la marca de las sábanas en la cara y con aliento cafetero. Es la persona que más te alegras de ver en el mundo entero, tengas o no pareja, los mejores amigos del mundo o la familia más maravillosa... 
En esencia, es un buen resumen y engloba al 99% de los visitantes nocturnos de una estación de servicio.

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